Nosotros pasaríamos el día con ellos, ya desde el término de San Juan de Moro donde almorzaríamos todos juntos en Panorama, un restaurante enclavado en el centro de una rotonda (cosas curiosas de estas rotondas castelloneras), sería la primera toma de contacto con los amigos Valencianos.

Una vez dado el culto al cuerpo con el almorzar de turno y el carajillo de ron del señor Carlitos, nos pusimos en marcha dirección a l'Alcora por la CV-190 hasta pasar Figueroles y ya con una carretera que empiezan a enseñar las curvas llegamos a Lucena del Cid en la comarca del Alcalatén, conocida como (La perla de la montaña) donde se llenarían depósitos y comprobarían más de uno el curioso lavabo que esta gasolinera tiene.

Ya en marcha la carretera se va empinado por cada kilometro que pasamos y en el Mas de Magdalena,  la cima del puerto del Remolcador nos deja ver la orografía montañosa y verde de esta comarca, llegamos al cruce que nos dejaría en la CV175 carretera que ya no dejaríamos hasta nuestro destino, pero antes dejamos a tras Villahermosa del Rio y a partir de aquí la carretera en mal estado con estrechamientos y curvas cerradas con gravilla en algunas de ellas, nos hace extremar la conducción, el paisaje de estas sierras es un regalo para la vista y el olfato.

El día transcurrió rápido y sin apenas darnos cuenta y después de un buen comer y mejor beber en casa Juan y dar una vueltecita por el pueblo, nos despedimos  hasta la próxima que espero sea pronto porque es un placer estar con estos buenos amigos.

La vuelta la hicimos por Vistabella del Maestrat, y ya en la cima  del Coll del Vidre (1.083 m.) nos desviamos hacia la izquierda por la CV-169, nos dirigimos a Benafigos, pueblecito que está asentado sobre un cerro coronado por las casas del pueblo en un terreno inhóspito pero que le da una belleza verde y salvaje de las tierras del interior, se pueden divisar los buitres leonados remontando el vuelo desde el interior del cañón del río Monleón , lugar donde se encuentra al ermitorio de la Ortisella que cada año se hace su peregrinación y donde en su exterior esta lo que queda de un viejo y milenario olmo arropado por tres fuentes de cristalina agua fría en un contacto con la naturaleza en estado puro.

La tarde se marchaba poco a poco y el frio aire de estos lares ya se iba notando detrás de la visera del casco, el sol se escondía por Peñagolosa y nosotros pusimos rumbo a casa.  
De esta manera  transcurrió el sábado con la buena compañía de buenos amigos.

En casa sin novedad

Ser Felices

Manuel M (MAMU_56)

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